Por todas esas veces que algo, (lo que sea), termina mal y lo primero que nos sale por la boca es "Me cago en mi madre". Y yo me pregunto, ¿qué culpa tendrán las respectivas madres de lo que no nos haya ido bien? Desde luego, ¡qué poco agradecidos hemos salido!... Ellas que nos regalan la vida y nosotros no hacemos más que pedir dinero, dar disgustos, olvidarnos de sus cumpleaños, usarlas de taxistas, y un largo etcétera casi interminable.... Luego llega la hora de independizarse y es justo ahí, cuando estás planchando, fregando y sobre todo cocinando por cuenta propia, y sientes que te falta algo y que echas muchísimo de menos a tu madre por detrás diciéndote "Ten cuidao no planches el dibujo de la camiseta", "Baja más el fuego que vas a quemarlo", "No te olvides de separar la ropa blanca de la de color".... Y sin darnos cuenta somos egoístas, rencorosos, desagradecidos y caprichosos con la persona que siempre está dispuesta a ayudarnos en lo que sea y que por supuesto, SIEMPRE está ahí.
Fdo: "Elisa hija"